Veinte de los 32 saharauis que llegaron el pasado miércoles, 5 de enero, a Playa Blanca, en Puerto del Rosario, proceden de Sahara y han pedido asilo político, huyendo de la represión de las fuerzas de seguridad marroquíes por haber sido identificados como activistas en pro de la independencia de la ex provincia española.
Fue la segunda patera que llegó en un mismo día a Canarias, las primeras de 2011 tras dos meses sin atisbar ninguna de estas embarcaciones en aguas cercanas al archipiélago. Antes del mediodía llegaba a la costa de Haría, en Lanzarote, otra patera con 56 pasajeros, 23 de los cuales dijeron ser menores.
La segunda patera, en la que viajaban los saharauis (15 de ellos intentaron huir al tocar tierra), arribó a las 16.00 horas (GMT), tras 17 horas de travesía. Un abogado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) les tramita la petición de asilo por persecución política, que el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ya ha prometido (lo hizo este viernes) que estudiará caso por caso, "uno por uno".
El dilema que se plantea al Gobierno español es fino: ¿Se va a contradecir de su polìtica de amistad con Marruecos, donde asegura que se respetan los derechos humanos? ¿Pese a que varias ONG, entre ellas Amnistía Internacional, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, confirmen que los veinte tienen derecho a ser protegidos?
El relato de los veinte saharauis, que hablan un castellano correctamente (propio de los saharauis y no de los marroquíes) es "coherente" y "con elementos que corroboran su veracidad". Afirmaron haber participado en el Campamento de la Dignidad, que comenzó a levantarse el 8 de octubre pasado en reivindicación de unas condiciones de vida y trabajo dignas y en igualdad de condiciones que los marroquíes, y que fue desmantelado por las fuerzas policiales y del ejército de Mohamed VI diecisiete días después.
Desde el 24 de octubre, los veinte inmigrantes políticos aseguran haber estado escondidos hasta lograr embarcar en la patera que les dejó en Fuerteventura. De momento,esperan que sus casos sean admitidos a trámite en el centro de internamiento (reclusión) de inmigrantes de El Matorral, en la isla majorera.
PARA SABER MÁS:
http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1364
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