viernes, 25 de noviembre de 2011

Un mensaje desde...

No se sabe muy bien desde dónde, una tal Tolba Phanem lanza un mensaje. Infinidad de páginas webs muestran la misma escueta identidad, "Tolba Phanem, mujer africana, escritora, poeta", no se especifica país, ni tribu si fuese nómada, ni ciudad de interior o con puerto si estuviese afincada. Extrañamente ella se refiere a "cierta tribu africana". Parece un cuento, y puede que lo sea, pero es precioso.

Esta canción se llama 'Tu propia canción', 'Canción de los hombres', 'La canción de la nueva criatura'... Les dejo con ella. 


Por hoy, un poco de paz a la espera de que Egipto encauce su camino. 





Nunca una junta militar ha dado paso a una democracia, nunca enseñaron a los militares a ceder poder. Pocas veces una plaza ha sido tan simbólica y pocas veces el rechazo popular ha logrado tanto. Echaron a Mubarak. No están dispuestos a repetir la misma historia. Esperemos a ver, y mientras tanto ...




Nuestra Propia Canción...



Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito.

Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás.

Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.

Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición. En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.

La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.

Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido. No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado.

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Qué queda de la Primavera árabe?

¿Qué queda de la Primavera árabe?  Las imágenes que nos devuelven a la plaza Tahrir, de El Cairo, la misma plaza en la que nació el fin de Mubarak , parecen predecir que todo es un retorno a lo ya sabido, una junta militar entendiendo lo militar como control absoluto. Se ha ido uno, le han sustituido ejemplares parecidos, ávidos de ser dueños, de perpetuar una suerte de autocracia camuflada, como contra la que se rebelaron los egipcios.



Hace apenas unas horas, miles de personas exigían que el mariscal Husein Tantaui, que dirige el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) desde que cayó Mubarak, dejara de tener un control absoluto, como si nada hubiera pasado, pero su respuesta fue la misma que Mubarak: abrir fuego contra la población civil.

Ya son un muerto  por herida de bala y, oficialmente, 670 heridos, todo,  porque la junta militar de transición quiere ser permanente, o manejar de alguna forma. Era un peligro. Todo hace presagiar que la primavera árabe es un proyecto con resultados a medio plazo.

Son muchas las causas de los ciudadanos en los países árabes para protestar, con recortes de derechos humanos más agudizados en unos países que en otros. Los cinco motivos para la rebelión, según Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique son históricos, políticos, económicos, climáticos y sociales, si es que no se encuadra en lo social la historia, la política, los céntimos y que llueva, truene o salga el sol.

Yo confío en que la Primavera árabe siga viva, removiendo cimientos. Que se convierta en un hecho histórico con cambios sanos que permanezcan, que como dice el sabio escritor marroquí Tahar Ben Jelloun, autor de La primavera árabe. El despertar de la Dignidad, se perpetue ese “viento de esperanza" que "recorre el mundo árabe”.

Escribe Ben Jelloun que "esde noviembre de 2010, todos los países que van del Atlántico a Oriente Próximo se han visto sacudidos por una oleada de protestas populares. Millones de personas han perdido el miedo y se han lanzado a las calles para pedir libertad y democracia, dignidad e igualdad. La ola popular se ha llevado en algunos países a los longevos tiranos, como el tunecino Ben Ali y el egipcio Mubarak; mientras que en otros se aferran al poder a sangre y fuego, o se han visto obligados a prometer y emprender reformas liberalizadoras".

Amén.