sábado, 22 de mayo de 2010

Picasso y África: Las señoritas de Avignon

Picasso, uno de los mayores artistas del siglo XX, incansable y prolífico, veía en el arte tribal una forma diferente de mirar. El arte africano inspiró de forma clara parte de la obra picassiana, como los bocetos para Las señoritas de Avignon, que se exponen en Tenerife Espacio de las Artes (TEA), hasta el próximo 22 de agosto.



En concreto, la exposición del TEA se centra en el cuaderno de bocetos número 7, de los 16 que el artista malagueño realizó como trabajo preparatorio de Las Señoritas, cedido por la Fundación Pablo Picasso.


Auténtico manifiesto del arte nuevo, el proceso de creación de la que actualmente se considera pieza paradigmática del siglo XX, Las señoritas de Avignon, continúa suscitando, aún hoy, diversos planteamientos e interpretaciones sobre las influencias del arte primitivo en la labor creativa de Picasso. Y es que Las señoritas supuso una ruptura con la tradición pictórica europea, basada en el principio de la representación de la realidad mediante imágenes que, de un modo u otro, se asemejaban a su modelo.


Con esta obra, Picasso desordena o deconstruye los principios estéticos occidentales de imitación y equilibrio para proponer, en su lugar, una visión más compleja; la confluencia de puntos de vista distintos, una nueva concepción del equilibrio, una belleza sorprendente -por su rigor geométrico y contundencia matérica-, la contrafacta de la perspectiva tradicional, en fin, un universo personalísimo que abre brechas en los cánones heredados de la representación artística tradicional, y muchas veces lo hizo valiéndose del influjo de otras culturas.


Para pintar Las señoritas de Avignon, Picasso realizó un gran trabajo preparatorio consistente en dieciséis cuadernos con dibujos y bocetos individuales. "Lo habitual -escribe Eugenio Carmona a propósito de esta exposición- es pensar en Las señoritas como una pintura que empieza y termina en los casi seis metros cuadrados de su tela recubierta de óleo.

Pero el conocedor de la obra de Picasso sabe que, en lo que al artista respecta, este tipo de consideración no es suficiente. Lo que hoy llamamos Les demoiselles d'Avignon no es sólo una pintura como tal objeto: es todo un conjunto de dibujos, álbumes, preparatorios, pinturas, esculturas, objetos y referencias visuales que acaban configurando la galaxia de Las señoritas. Los elementos que fundamentan una galaxia son diversos, incluso pueden llegar a ser antagónicos, pero están unidos gravitacionalmente por una misma fuerza".


El séptimo álbum es una libreta escolar con ochenta y cuatro dibujos a lápiz y tinta china realizados entre mayo y junio de 1907. Estos bocetos fueron ejecutados, mayoritariamente, en sentido vertical. Un examen atento nos permite reconstruir la cronología de la ejecución: en algunas páginas los rectos fueron ejecutados a lápiz y los versos a tinta china; como estos rectos de lápiz están manchados de la tinta de los versos que les preceden, podemos suponer que Picasso trabajó primero el álbum a lápiz y después realizó el resto.

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