domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Qué queda de la Primavera árabe?

¿Qué queda de la Primavera árabe?  Las imágenes que nos devuelven a la plaza Tahrir, de El Cairo, la misma plaza en la que nació el fin de Mubarak , parecen predecir que todo es un retorno a lo ya sabido, una junta militar entendiendo lo militar como control absoluto. Se ha ido uno, le han sustituido ejemplares parecidos, ávidos de ser dueños, de perpetuar una suerte de autocracia camuflada, como contra la que se rebelaron los egipcios.



Hace apenas unas horas, miles de personas exigían que el mariscal Husein Tantaui, que dirige el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) desde que cayó Mubarak, dejara de tener un control absoluto, como si nada hubiera pasado, pero su respuesta fue la misma que Mubarak: abrir fuego contra la población civil.

Ya son un muerto  por herida de bala y, oficialmente, 670 heridos, todo,  porque la junta militar de transición quiere ser permanente, o manejar de alguna forma. Era un peligro. Todo hace presagiar que la primavera árabe es un proyecto con resultados a medio plazo.

Son muchas las causas de los ciudadanos en los países árabes para protestar, con recortes de derechos humanos más agudizados en unos países que en otros. Los cinco motivos para la rebelión, según Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique son históricos, políticos, económicos, climáticos y sociales, si es que no se encuadra en lo social la historia, la política, los céntimos y que llueva, truene o salga el sol.

Yo confío en que la Primavera árabe siga viva, removiendo cimientos. Que se convierta en un hecho histórico con cambios sanos que permanezcan, que como dice el sabio escritor marroquí Tahar Ben Jelloun, autor de La primavera árabe. El despertar de la Dignidad, se perpetue ese “viento de esperanza" que "recorre el mundo árabe”.

Escribe Ben Jelloun que "esde noviembre de 2010, todos los países que van del Atlántico a Oriente Próximo se han visto sacudidos por una oleada de protestas populares. Millones de personas han perdido el miedo y se han lanzado a las calles para pedir libertad y democracia, dignidad e igualdad. La ola popular se ha llevado en algunos países a los longevos tiranos, como el tunecino Ben Ali y el egipcio Mubarak; mientras que en otros se aferran al poder a sangre y fuego, o se han visto obligados a prometer y emprender reformas liberalizadoras".

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario